Jesús, como tuviste compasión
 de la viuda de  Nain, 
cuyo único hijo murió 
y  al ver su necesidad y lágrimas 
resucitaste su  hijo odenandole que se levantara, 
así compadécete de los hombres y mujeres,  
abandonadas, solas, sin esperanza, 
mira sus lágrimas y dolor 
y ordena a los  hogares rotos que se levanten, 
ordena a esos esposos(as) 
donde quiera que  estén, 
que regresen a sus hogares 
de donde nunca debieron salir. 
Reestablece  hogares donde reine Cristo, 
reestablece hogares bendecidos con tu  presencia, 
fundados sobre la Roca que es Jesucristo 
para que permanezcan  en amor, 
armonía, comprensión y unidad, 
para tu gloria y honra, 
y todas las naciones sabrán que Jesucristo Vive  
y que hace milagros hoy. 
Que el desamor, la indiferencia, 
la apatía, el silencio se rompan, 
se consuman y  destruyan 
por la supereminente grandeza de tu Poder 
la cual operó en Cristo  resucitandole de los muertos, 
que ese mismo poder que resucitó a Cristo, 
sea el  que actúe en los esposos(as) pródigos. 
(Efesios 1:19-20). 
Inquiétales donde  quiera que estén, 
no les des tranquilidad 
hasta que vuelvan a sus hogares, 
hasta  que vuelvan a sus esposas(os), 
en amor y perdón, con arrepentimiento  genuino  
como el hijo pródigo confesando :
"He pecado contra el cielo,  contra mi esposa(o) 
y mis hijos, estoy arrepentido(a), 
he decidido regresar". 
Amén. 
Rezar el Credo, Padrenuestro y Gloria.
Rezar el Credo, Padrenuestro y Gloria.
 

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